Este año, durante la Cuaresma, vamos a realizar estos cuarenta días, una vuelta ciclista en la que superaremos varias etapas.
Nuestra primera etapa pasa por el desierto. En el desierto hay mucha arena, hace mucho calor… No es la mejor idea ir en bici por el desierto porque nos cuesta y no nos apetece, pero necesitamos atravesar ese desierto, hacer silencio de todos los ruidos que hay a nuestro alrededor y que nos impiden escuchar a Jesús.
El diablo tentó a Jesús en el desierto. Le tentó a hacer cosas que él no quería, pero Jesús estaba convencido de lo que tenía que hacer y no se dejó convencer.
Vamos a pedalear por este desierto con todas las tentaciones que tenemos a nuestro alrededor: la pereza, los videojuegos, las peleas, la vagueza…
¡No tenemos miedo! porque Jesús está con nosotros y nos va a guiar en esta Cuaresma.